Después de la lectura del texto tan profundo (a mi parecer) que nos presenta el maestro Xavier Vargas “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias”, me permito compartir con todos ustedes mis reflexiones al respecto:
1. Comparto la opinión del autor en el sentido de que las competencias se articulan directamente con las situaciones de aprendizaje y el aprendizaje significativo.
2. Me preocupa la aseveración “se está viviendo una época de grandes e intensos cambios tecnológicos que están reconfigurando radicalmente los mundos socioeconómicos en los que operan las competencias y que los ciudadanos del siglo XXI deben adaptarse a esta nueva realidad"[1], en el sentido que quizá la mayoría de los docentes e instituciones educativas del NMS le estamos dando a este enfoque, enfatizando en la formación de nuestros estudiantes el aprendizaje sobre “el qué hacer” y del “cómo hacerlo”, con el riesgo de olvidarnos de la formación del “con quién” y el “para qué” hacer las cosas. Es decir, me preocupa que con este nuevo enfoque de enseñanza en base a competencias nos centremos sólo en la dimensión operativa que el sector laboral empresarial demanda y olvidemos la dimensión colaborativa y humana en tanto debe ser la razón última de la educación: “humanizar la especie a fin de que pueda coexistir en armonía”. Tal preocupación se fundamenta en los hechos innegables que observo a diario: compañeros docentes “motivando” a sus alumnos al aprendizaje so pretexto de que al egresar tendrán que competir muy fuerte con sus similares por un lugar en la universidad o una plaza de trabajo con la amenaza latente de quedarse en el camino y terminar derrotados por otros, ¿es acaso el fin último de la educación formar individuos competitivos?, ¿corresponde sólo a los titulares de la materia de valores brindar esa formación a los estudiantes?.
“Saber conocer y saber hacer resuelven la tarea humana de saber el qué y el cómo, pero de ninguna manera alcanzan para resolver social y éticamente el con quién y el para qué. Para ello, se necesita –en palabras de Delors- saber convivir y saber ser”. Por ello, deseo que todo este marco teórico llegue a ser la base del quehacer docente en las aulas de este México nuestro, cada vez más violento y desprovisto de valores humanitarios.
3. Me parece muy interesante descubrir en opinión del autor y de otros que cita para fundamentarse que todo aprendizaje es significativo en mayor o menor magnitud para el ser humano en tanto que es una apropiación de la realidad y construcción de sí mismo, por lo que confirmo mi creencia que, en tanto formadores de personas y modelos de muchas de ellas, siempre estamos enseñando algo a nuestros alumnos, por lo que nuestros actos diarios deben guiarse por los principios de la ética y la moral. Y a propósito de aprendizaje significativo, más que una reflexión, las siguientes afirmaciones del autor: “Así, nos parece que la noción de mediación no tiene el atributo adjudicado de proveer conocimientos, ni siquiera el de organizar el aprendizaje ya que éste se organiza por el propio alumno a partir de su interés por aprender una determinada cosa”, “De modo que no creemos que sea posible mediar, y menos todavía proveer, aprendizajes significativos” y “Más bien creemos justo lo contrario, es decir, que no es posible mediar ni facilitar el aprendizaje significativo, sencillamente, porque el maestro no puede mediar ni facilitar las necesidades cognoscitivas intrínsecas del alumno que fundan sus procesos de adaptación” me llevan a una gran interrogante en mi carrera ¿Qué hacemos entonces como maestros, cuál es nuestra función?
4. Así mismo, y a propósito del aprendizaje situado, me queda claro que para desarrollar cierta competencia profesional, debemos crear situaciones profesionales problemáticas que permitan al alumno entrar en acción, que además debemos sumar a ello el interés del alumno por aprender algo, teniendo siempre presentes las posibilidades reales que tal alumno tiene para construir un determinado conocimiento. Sigo externando mi preocupación porque, ¿de qué contexto educativo habla el maestro Vargas en el cual se puede aplicar tal modelo?, ¿del que rodea al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de Guadalajara, con grupos reducidos de 20 personas de posición económica media y con instalaciones vanguardistas, o del que rodea a un CEBTA enclavado en la sierra de Guerrero, con grupos de hasta 50 alumnos cuyas familias viven en la línea de la miseria? Admito que en este sentido me encuentro muy confundido.
5. Finalmente, me permito conminar a todos los responsables de dirigir, organizar y ejecutar la educación en nuestro país a que lo hagamos teniendo siempre presente que antes que buenos ingenieros, arquitectos, médicos o abogados, los estudiantes deben ser primero buenas personas, personas de bien para su familia y su país.
Bernardo Salgado V.
[1] Carson, John (2004), "Definición y selección de competencias: reflexiones históricas sobre el caso del IQ" en Definir y seleccionar las competencias fundamentales para la vida, Simone Rychen, Dominique & Hersc Salganik, Laura, Coordinadores, FCE, México, p. 78
lunes, 15 de septiembre de 2008
domingo, 24 de agosto de 2008
Enseñan habilidades para el siglo XXI...
“Enseñan habilidades para el siglo XXI de manera sutil en el contexto de las asignaturas curriculares básicas y de los temas interdisciplinarios del siglo XXI”
Reflexión:
Aunque en el nuevo plan de estudios para la EMS derivado de la reforma integral de éste nivel educativo no se enuncian de forma directa temas como: conciencia global, alfabetismo económico, competencias ciudadanas y conocimientos básicos de salud; las 11 competencias que definen el perfil del egresado a través de los 43 atributos que las conforman, exigen desarrollar en los estudiantes habilidades en estos y otros temas que son indispensables en su preparación de cara al siglo XXI.
Tales competencias están representadas en las asignaturas del componente básico, y constituyen el eje transversal de todo el plan de estudios porque son relevantes a todas las disciplinas académicas y actividades extracurriculares de los estudiantes. Así por ejemplo, en la categoría piensa crítica y reflexivamente, la competencia no. 5 “Desarrolla innovaciones y propone soluciones a problemas a partir de métodos establecidos” tiene una relación directa con las competencias de pensamiento crítico y solución de problemas enunciadas por el Consorcio de Habilidades Indispensables para el Siglo XXI. Lo mismo que la categoría trabaja en forma colaborativa, en la competencia no. 8 “Participa y colabora de manera efectiva en equipos diversos” pretende formar estudiantes que “demuestren habilidades para trabajar efectivamente con diversos grupos”, y “asuman responsabilidades compartidas para trabajar de manera colaborativa”, tal y como lo establecen las competencias de comunicación y colaboración descritas en el documento “21st Century Student Outcomes” por el consorcio citado. Además, las competencias ciudadanas que deben poseer los estudiantes del siglo XXI según el mismo consorcio, son referidas en la categoría participa con responsabilidad en la sociedad y corresponden a la competencia 9 “Participa con una conciencia cívica y ética en la vida de su comunidad, región, México y el mundo”.
Al ser el eje transversal del plan de estudios, el componente básico contribuye al desarrollo de las competencias genéricas del egresado, las cuales se conforman de habilidades + conocimientos + actitudes sobre temas necesarios para la formación de los actuales y futuros ciudadanos exitosos.
Por lo anterior y mucho más, me atrevo a afirmar que el Marco Curricular Común (MCC) que forma parte de los nuevos planes de estudios de la EMS en México, teóricamente está diseñado para formar estudiantes capaces de enfrentar con éxito los retos del siglo XXI porque en mi apreciación, las competencias de una persona tienen una relación directa con los logros que ésta puede alcanzar. Solo hace falta que todos los actores involucrados en el proceso llevemos a cabo la parte que nos corresponde. Si esto sucede, la RIB dejará de ser un proyecto más de administración sexenal.
¡Adelante queridos amigos y colegas, hagamos nuestro mejor esfuerzo!
Bernardo.
Reflexión:
Aunque en el nuevo plan de estudios para la EMS derivado de la reforma integral de éste nivel educativo no se enuncian de forma directa temas como: conciencia global, alfabetismo económico, competencias ciudadanas y conocimientos básicos de salud; las 11 competencias que definen el perfil del egresado a través de los 43 atributos que las conforman, exigen desarrollar en los estudiantes habilidades en estos y otros temas que son indispensables en su preparación de cara al siglo XXI.
Tales competencias están representadas en las asignaturas del componente básico, y constituyen el eje transversal de todo el plan de estudios porque son relevantes a todas las disciplinas académicas y actividades extracurriculares de los estudiantes. Así por ejemplo, en la categoría piensa crítica y reflexivamente, la competencia no. 5 “Desarrolla innovaciones y propone soluciones a problemas a partir de métodos establecidos” tiene una relación directa con las competencias de pensamiento crítico y solución de problemas enunciadas por el Consorcio de Habilidades Indispensables para el Siglo XXI. Lo mismo que la categoría trabaja en forma colaborativa, en la competencia no. 8 “Participa y colabora de manera efectiva en equipos diversos” pretende formar estudiantes que “demuestren habilidades para trabajar efectivamente con diversos grupos”, y “asuman responsabilidades compartidas para trabajar de manera colaborativa”, tal y como lo establecen las competencias de comunicación y colaboración descritas en el documento “21st Century Student Outcomes” por el consorcio citado. Además, las competencias ciudadanas que deben poseer los estudiantes del siglo XXI según el mismo consorcio, son referidas en la categoría participa con responsabilidad en la sociedad y corresponden a la competencia 9 “Participa con una conciencia cívica y ética en la vida de su comunidad, región, México y el mundo”.
Al ser el eje transversal del plan de estudios, el componente básico contribuye al desarrollo de las competencias genéricas del egresado, las cuales se conforman de habilidades + conocimientos + actitudes sobre temas necesarios para la formación de los actuales y futuros ciudadanos exitosos.
Por lo anterior y mucho más, me atrevo a afirmar que el Marco Curricular Común (MCC) que forma parte de los nuevos planes de estudios de la EMS en México, teóricamente está diseñado para formar estudiantes capaces de enfrentar con éxito los retos del siglo XXI porque en mi apreciación, las competencias de una persona tienen una relación directa con los logros que ésta puede alcanzar. Solo hace falta que todos los actores involucrados en el proceso llevemos a cabo la parte que nos corresponde. Si esto sucede, la RIB dejará de ser un proyecto más de administración sexenal.
¡Adelante queridos amigos y colegas, hagamos nuestro mejor esfuerzo!
Bernardo.
domingo, 17 de agosto de 2008
Para que la historia… no se repita.
Artículo sobre como enseñar CTSyV III, desde el punto de vista de la historia de México y el mundo.
BERNARDO SALGADO VIEYRA
17 de Agosto de 2008.
Introducción.
La materia de CTSyV aparece en los planes de estudio de la educación media superior tecnológica a partir de la reforma educativa que este subsistema implementó a partir del mes de agosto de 2004, divida en tres cursos para ser desarrollados en el 1º, 3º y 5º semestres. Los conceptos fundamentales de estos cursos son Desarrollo Sustentable, Sociedad y Cultura e Historicidad, respectivamente. El presente artículo está centrado en la didáctica de este último.
Tradicionalmente las clases de historia resultan aburridas e inútiles para la mayoría de los estudiantes porque los docentes que imparten esta cátedra se limitan a recitar discursos plagados de nombres, fechas y lugares así como a dictar una página y otra más de textos extraídos de libros tan viejos como la historia misma. Este escenario puede ser diferente con un poco de voluntad y creatividad haciendo uso de los recursos que nos ofrecen las TIC al permitirnos viajar en el tiempo y el espacio para que nuestros alumnos puedan vivir los hechos más importantes de la historia.
Qué y cómo enseñar.
Abordaremos los hechos históricos más importantes de México y el mundo desde la revolución de 1910 hasta nuestros días en el marco de dos palabras clave: guerra y paz; analizando y evaluando las consecuencias que han tenido en la sociedad acontecimientos como la 1ª guerra mundial, la dictadura de Porfirio Díaz, la reforma de Benito Juárez y Melchor Ocampo, la 2ª guerra mundial, la matanza del 68, la guerra fría, la guerra del Golfo Pérsico, entre otros.
Como la palabra historia tiene una relación directa con el tiempo, iniciaremos un recorrido por él, desde 1910 a la fecha. Pero no directamente analizando los hechos citados y que a los alumnos poco interesa, sino partiendo de dos temas que llaman su atención: la moda en el vestir y la música. De esta manera, se pretende que ellos descubran cómo fueron cambiando la ropa y la música al cambiar las estructuras sociales de cada época en que se vivieron los acontecimientos armados de México y el mundo y sus consecuencias económicas, políticas, tecnológicas, humanas y de medio ambiente.
La primera secuencia didáctica se enfoca al estudio de la moda y la música como hechos históricos de la humanidad para identificar cómo eran éstos durante la revolución mexicana, la 1ª guerra mundial, el porfiriato, la 2ª guerra mundial, los años 60, 80, 90 y hasta la actualidad mediante actividades como investigación, exposición por diversos medios y concluyendo con un desfile de modas con vestuario y música de cada época.
La segunda secuencia didáctica tiene como base una línea del tiempo para analizar los conflictos armados que se han citado haciendo uso de películas alusivas así como los recursos de Internet.
Conclusión.
Debido a la gran cantidad de información que se encuentra en la red de Internet Y a que se trata de una asignatura nueva para mí, mi mayor debilidad en este sentido consiste en cómo encontrar la de mayor utilidad para el propósito que pretendo, por lo tanto, debo trabajar en el desarrollo de la CMI. Sin embargo, para el desarrollo de las dos secuencias planeadas hasta este momento, en los siguientes sitios el alumno encontrará información de utilidad:
http://guia.mercadolibre.com
Historia de la moda del siglo XX (hasta 1930).
Historia de la moda 1960-1980.
Historia de la moda 1980-200.
http://www.neomoda.com
De símbolos y moda.
La moda en los años 50 y 60.
http://guia.mercadolibre.com
La música desde la década de los 50.
La música en la década de los 60.
http://www.corazonistas.com
Historia de la música (siglo XX).
http://es.wikipedia.org
Historia de la música.
http://www.portalmundos.com
La música en el siglo XXI.
http://www.historiasiglo20.org
Historia de las relaciones internacionales en el siglo XX.
http://www.agn.gob.mx
Historia de México
BERNARDO SALGADO VIEYRA
17 de Agosto de 2008.
Introducción.
La materia de CTSyV aparece en los planes de estudio de la educación media superior tecnológica a partir de la reforma educativa que este subsistema implementó a partir del mes de agosto de 2004, divida en tres cursos para ser desarrollados en el 1º, 3º y 5º semestres. Los conceptos fundamentales de estos cursos son Desarrollo Sustentable, Sociedad y Cultura e Historicidad, respectivamente. El presente artículo está centrado en la didáctica de este último.
Tradicionalmente las clases de historia resultan aburridas e inútiles para la mayoría de los estudiantes porque los docentes que imparten esta cátedra se limitan a recitar discursos plagados de nombres, fechas y lugares así como a dictar una página y otra más de textos extraídos de libros tan viejos como la historia misma. Este escenario puede ser diferente con un poco de voluntad y creatividad haciendo uso de los recursos que nos ofrecen las TIC al permitirnos viajar en el tiempo y el espacio para que nuestros alumnos puedan vivir los hechos más importantes de la historia.
Qué y cómo enseñar.
Abordaremos los hechos históricos más importantes de México y el mundo desde la revolución de 1910 hasta nuestros días en el marco de dos palabras clave: guerra y paz; analizando y evaluando las consecuencias que han tenido en la sociedad acontecimientos como la 1ª guerra mundial, la dictadura de Porfirio Díaz, la reforma de Benito Juárez y Melchor Ocampo, la 2ª guerra mundial, la matanza del 68, la guerra fría, la guerra del Golfo Pérsico, entre otros.
Como la palabra historia tiene una relación directa con el tiempo, iniciaremos un recorrido por él, desde 1910 a la fecha. Pero no directamente analizando los hechos citados y que a los alumnos poco interesa, sino partiendo de dos temas que llaman su atención: la moda en el vestir y la música. De esta manera, se pretende que ellos descubran cómo fueron cambiando la ropa y la música al cambiar las estructuras sociales de cada época en que se vivieron los acontecimientos armados de México y el mundo y sus consecuencias económicas, políticas, tecnológicas, humanas y de medio ambiente.
La primera secuencia didáctica se enfoca al estudio de la moda y la música como hechos históricos de la humanidad para identificar cómo eran éstos durante la revolución mexicana, la 1ª guerra mundial, el porfiriato, la 2ª guerra mundial, los años 60, 80, 90 y hasta la actualidad mediante actividades como investigación, exposición por diversos medios y concluyendo con un desfile de modas con vestuario y música de cada época.
La segunda secuencia didáctica tiene como base una línea del tiempo para analizar los conflictos armados que se han citado haciendo uso de películas alusivas así como los recursos de Internet.
Conclusión.
Debido a la gran cantidad de información que se encuentra en la red de Internet Y a que se trata de una asignatura nueva para mí, mi mayor debilidad en este sentido consiste en cómo encontrar la de mayor utilidad para el propósito que pretendo, por lo tanto, debo trabajar en el desarrollo de la CMI. Sin embargo, para el desarrollo de las dos secuencias planeadas hasta este momento, en los siguientes sitios el alumno encontrará información de utilidad:
http://guia.mercadolibre.com
Historia de la moda del siglo XX (hasta 1930).
Historia de la moda 1960-1980.
Historia de la moda 1980-200.
http://www.neomoda.com
De símbolos y moda.
La moda en los años 50 y 60.
http://guia.mercadolibre.com
La música desde la década de los 50.
La música en la década de los 60.
http://www.corazonistas.com
Historia de la música (siglo XX).
http://es.wikipedia.org
Historia de la música.
http://www.portalmundos.com
La música en el siglo XXI.
http://www.historiasiglo20.org
Historia de las relaciones internacionales en el siglo XX.
http://www.agn.gob.mx
Historia de México
jueves, 7 de agosto de 2008
Mi confrontación con la docencia
“Mi confrontación con la docencia”
Mis primeros estudios fueron los de Técnico en Mecánica Naval, y con esta carrera, desde el mes de Enero de 1989 hasta Julio de 1994 me desempeñé como docente de asignaturas tecnológicas de la misma carrera y en el mismo plantel del que egrese. Todo inició por la falta de un docente que impartiera las asignaturas de Máquinas-herramientas y Sistemas Hidráulicos. Como el director en turno había sido mi maestro de matemáticas y conocía de mi experiencia en la industria púes mientras estudiaba también trabajaba en ese campo, me solicitó cubriera dicha vacante de manera temporal y sin percepción alguna pues él conocía de mis planes de continuar estudiando.
Y en efecto, como narra José M. Esteve: aún recuerdo no sólo el primer día de clase, en el que al subir cada escalón de la escalera para llegar al final del pasillo que me llevaría al aula numero 10, me temblaban las piernas y se agitaba mi respiración, no por el esfuerzo de subir, sino por esa ansiedad que te hace zumbar los oídos y sentir hormigueo en el estomago. Y ahí estoy, en el pasillo, veo al final de él a un grupo de estudiantes con los que un año atrás había jugado y bromeado, incluso, discutido con alguno de ellos. Recuerdo con mucha claridad el día anterior cuando el director me entregó el programa de “lo que debía enseñar”. ¿Y cómo le hago ingeniero?, yo nunca he dado clases. “Pero eres bueno en lo que haces allá afuera, enséñales eso pero de acuerdo al programa”. Toda la tarde me estuve preguntando ¿por dónde y cómo empiezo?, ¿qué les digo para que me pongan atención y aprendan?. Finalmente decidí que hacer unos diagramas de circuitos hidráulicos con símbolos que seguro estaba nunca habían visto me daría esa seguridad y autoridad que necesitaba para demostrarles que “yo tenía el control, porque sabía mucho”. Me acerco al grupo de alumnos al final del pasillo y saludo: “buenos días jóvenes”. “¿Qué onda gûey, porqué tan ceremonioso pa saludar?, ¿qué te trae por acá?”. “Soy su nuevo maestro de hidráulica”. Ja ja ja, ¡No inventes!, ¿Tú?. En ese momento todos mis planes del maestro que “sabía mucho” no sirvieron de nada porque ese recibimiento nunca lo consideré. Así que en lugar de mostrar mis diagramas que había preparado, los invité al taller y frente a ellos llevé a cabo la reparación de un equipo de simulación que por mucho tiempo había estado averiado, eso captó su atención, la atención que yo deseaba para mostrarles mis diagramas y decirles que para reparar equipos de ese tipo era necesario saber interpretar sus diagramas. A base de ensayo y error logré que aprendieran a interpretar y construir circuitos hidráulicos. Sin darme cuenta, practiqué la definición magisterial de Miguel de Unamuno: les hice sentir la necesidad de aprender circuitos hidráulicos, para pensar en las soluciones de equipos descompuestos y mediante estos conocimientos poder acceder a un ingreso económico como yo y que todos consideraron era un excelente sueldo en ese momento. A base de ensayo y error, experimentando cosas nuevas y rompiendo esquemas hasta en el lenguaje con que me dirijo a mis alumnos, me he formado como docente. Ese ha sido y creo que será el mejor grupo de alumnos que tendré en mi vida como maestro, porque, como cita Ma. Carmen Díez, en esa aula 10 y en el taller no solo compartimos el tiempo, el espacio y el afecto mutuo, sino que surgieron entre ellos y yo lazos afectivos que aún prevalecen. Ahí aprendí y descubrí que puedo ser un buen interlocutor con mis grupos, porque fácilmente puedo establecer canales de comunicación con ellos y con esto, según Esteve, ya eliminé una de las dificultades a que nos enfrentamos para ser maestros de humanidad aunque como cada grupo es único, esto significa que debo permanentemente “pensar y sentir” nuevas formas de comunicarme con ellos.
A pesar de que me considero un buen interlocutor, el reto de divertirnos en grupo cuando explico algún tema, no lo he superado del todo a pesar de que no soy el maestro que guarda su cuaderno de hojas amarillentas que contienen los apuntes de hace 10 años y de que me auxilio de apoyos como presentaciones en PP, consultas en páginas de internet, etc. Porque reconozco que no todos los días, antes de explicar un tema, me he preguntado qué sentido tiene que me pare frente a mis chicos y les hable de ello, qué les voy a aportar, para qué les va a servir, mucho menos cómo enganchar lo que ellos saben con lo que yo quiero que aprendan. La implementación de la reforma me sorprendió siendo directivo y sin estar frente a grupo. Ahora, enfrento la mayor de mis dificultades como docente frente a grupo: ponerme al corriente con las nuevas formas de trabajo en el aula que mis compañeros maestros vienen experimentando desde hace 4 años y a las cuales los alumnos ya están más o menos acostumbrados. Me inquieta ser la pieza que no encaja en este rompecabezas tan complejo.
Después de un semestre, me hicieron la propuesta de contratarme para laborar oficialmente en el plantel, haciéndome ver las virtudes que ofrece esta profesión: trabajas con personas a las cuales puedes ayudar en su formación, existen tres periodos vacacionales al año, laboras en horarios flexibles de lunes a viernes y eso te permitirá continuar estudiando, entre otras.
Reconozco que no había considerado dedicarme a la docencia y que fueron las circunstancias del momento, así como la satisfacción que me brindaron las primeras experiencias de compartir con mis alumnos esos conocimientos adquiridos en el sector laboral lo que me llevó a renunciar a mi empleo en la iniciativa privada e incorporarme de tiempo completo a la docencia.
Y ahí estaba ahora, contratado oficialmente para ser docente en un plantel de EMS después de haber renunciado a trabajar en el sector industrial, entre máquinas que funcionaban gracias a la combinación de la electricidad, mecánica, electrónica y la hidráulica... y también a mi trabajo y el de otros que nos encargábamos de darles mantenimiento o repararlas cuando se dañaban. ¡De técnico mecánico industrial a maestro!, ¡Que giro! Yo sabía como arreglar máquinas para que hicieran su trabajo pero no sabía como organizar a un grupo de chavos, casi de mi edad, para que hicieran el suyo: aprender. Encontrar mi identidad en la nueva profesión que había elegido no fue fácil, pero sin saber que estaba en búsqueda de ella, partí de algo que me pareció básico: yo no sería como aquellos de mis maestros que recordaba con desagrado y buscaría, por el contrario, la forma de ser como aquellos que, al recordarlos, hacían sentir en mi una inmensa gratitud hacia ellos. Con ello, me siento afortunado porque mi gran y mejor maestra Refugio, quien me enseñara el mundo a través del entendimiento de las letras a mis 8 años de edad siempre decía: “yo vengo con mucho gusto hasta este rincón, lejos de la civilización y de mi hogar para enseñarles a ustedes que pueden tener una mejor vida, y lo hago, porque me gusta trabajar para ustedes”. Ella me enseño con amor, con paciencia y dedicación y sin saberlo, sembró en mí las bases para encontrar mi identidad como docente porque en esos valores descansa mi trabajo actual por lo que estoy convencido de esta frase que leí no recuerdo donde: “la educación no debe ser concebida, sino como un acto de amor y buena voluntad hacia nuestros semejantes”. Me propuse y me fue fácil evitar ser como mi maestro de historia en la preparatoria, el que un día no me permitió presentar un examen porque llegue tarde al quedarme dormido ya que yo trabajaba hasta las 2 de la madrugada como mesero para estudiar, el mismo que conocía mi situación y que me contestó : “si trabajas o no, ese no es mi problema así que a ver como le haces porque tu calificación será NP” Considero que podemos encontrarle sentido a nuestra labor, trabajar al servicio de nuestros alumnos y disfrutar de ello cada día si omitimos cometer los errores y buscamos superar los aciertos de nuestros maestros anteriores. Una vez que logremos lo anterior, al trabajar con amor, paciencia y dedicación, nuestros chicos lo percibirán y responderán en consecuencia, eliminando con ello la indisciplina, otro de los obstáculos serios a vencer según Esteve; porque las actitudes se contagian
Y en efecto, el horario de labores en mi trabajo me permitió que en Junio de 1996 concluyera mis estudios de Lic. En Contaduría, con lo que vino un cambio en las asignaturas a impartir, siendo éstas ahora las del área económico-administrativa.
Desde 1989 y durante todo este tiempo, sólo he tomado cursos cortos en lo que a conocimientos pedagógicos y didácticos se refiere, pues consideraba más importante actualizarme en mis conocimientos técnicos pues son los que “debo transmitir”. Por eso, en 1999 inicié estudios de maestría en administración, mismos que concluí en 2001. Sin embargo, con los cambios en las formas de trabajo en el aula y las dificultades a que me he enfrentado para que mis alumnos estudien motivados y adquieran los conocimientos requeridos, planear y evaluar objetivamente mis actividades de trabajo, lograr que mis alumnos adquieran conocimientos, habilidades, destrezas y valores, entre otras, estoy convencido que tan importante es dominar el contenido específico de las asignaturas que imparto como las estrategias que me permitan lograr en los estudiantes un aprendizaje para la vida. Por esta razón, haré mi mejor esfuerzo para subsanar esa debilidad que como docente poseo.
Con el paso del tiempo, estoy convencido que dedicarme a la docencia es lo mejor que me ha podido suceder porque la educación es uno de los pilares más importantes para el desarrollo económico, tecnológico, humano y social de los pueblos, ya que a través de ella pueden resolverse los problemas más graves que los aquejan como el hambre, las enfermedades, la injusticia, entre otros. Poder contribuir en la formación académica y humana de todos esos jóvenes que en algún tiempo estuvieron frente a mí, ávidos de aprender o con la necesidad de ser escuchados como personas y haberles sido útil, es algo que solo pude lograr en esta actividad tan extraordinaria.
Trabajar como docente y directivo en el mismo subsistema de Ciencias del Mar del cual soy egresado, ha llenado de múltiples satisfacciones mi vida, por ejemplo: he tenido la oportunidad de ver a muchos de mis ex alumnos realizados como personas triunfadoras y recibir una visita, una carta, un e-mail o una llamada para decirme “muchas gracias maestro, por todo lo que hizo por mi”, de igual manera, muchos padres de familia me honran con su amistad “por todo lo que hizo por mi hijo(a)”. Ser docente también me ha permitido ser un mejor padre, un mejor hermano, un mejor hijo y un mejor amigo; porque eso se logra gracias al contacto con las personas, con su calidez, con sus problemas, con sus opiniones y consejos; las máquinas no brindan eso. Casi todo lo que tengo y lo que soy, se lo debo a esta noble profesión; me llena de orgullo contestarles “soy docente”, a quienes me preguntan ¿a qué te dedicas?
Indudablemente, como en cualquier actividad a la que se dedica el hombre, existen momentos, motivos o circunstancias que pueden causar tiempos de desequilibrio o insatisfacción al individuo. En lo personal, puedo decir que una de las circunstancias que me ha molestado y me sigue molestando es la política de la educación pública que establece un calendario con sólo 200 días de clases al año, de los cuales hay que descontar no sé cuantos por todos los motivos que se nos ocurran para suspender clases y hacer mega puentes, ¿y el porcentaje del PIB que nuestro congreso decide destinar a la educación? Basta con revisar un poco los resultados de las evaluaciones que en materia educativa hace la OCD a sus países miembros para que podamos darnos cuenta de la posición que ocupa México; pero ¿cómo mejorar el nivel educativo de nuestro país con tan pocos días y horas reales de clase en el aula y con las limitaciones de presupuesto para materiales didácticos, bibliográficos, equipamiento y capacitación, entre otras que todos conocemos? Esa es una de las circunstancias que más insatisfacciones me ha causado. Otra más, y que vivo constantemente, es la impotencia de no poder hacer nada ante el grave problema de la deserción que vivimos en la educación del NMS. Cuando un joven o señorita de 15, 16 o 17 años se me acerca para decirme que dejará la escuela para buscar un empleo porque debe ayudar con los gastos de su casa me pregunto: ¿dónde está esa riqueza de nuestro país?, ¿porqué no somos capaces de transformar nuestros recursos naturales y distribuir de manera equitativa esos ingresos entre la población?, ¿porqué son unos cuantos nacionales y extranjeros los que cada vez son más ricos y el resto de los mexicanos cada vez más pobres?. Solo tengo una respuesta para mi mismo: porque en general somos un pueblo ignorante y analfabeto que en promedio leemos ½ libro al año. Por todo ello y por mucho más creo que ese estado de insatisfacción que a veces experimento, es el que, al despertar todos los días me recuerda que como maestro tengo un compromiso muy fuerte con esos jóvenes que no tiene el hábito de leer y que no encuentran motivos para hacerlo; con esos jóvenes que no les interesan las matemáticas porque no saben para que les servirán; con esos jóvenes que no quieren aprender administración o contabilidad porque la primera es muy aburrida ya que hay que leer mucho y la segunda son puros números que no entienden.
Como ya dije, uno de los caminos para que México alcance el tan ansiado y canturreado desarrollo es la educación, y nosotros, los maestros, debemos ser los pilares para impulsar una educación del nivel que el mundo globalizado exige y apremia.
Con todo mi aprecio, reciban un fuerte abrazo.
Bernardo Salgado
CD. del Carmen.
Mis primeros estudios fueron los de Técnico en Mecánica Naval, y con esta carrera, desde el mes de Enero de 1989 hasta Julio de 1994 me desempeñé como docente de asignaturas tecnológicas de la misma carrera y en el mismo plantel del que egrese. Todo inició por la falta de un docente que impartiera las asignaturas de Máquinas-herramientas y Sistemas Hidráulicos. Como el director en turno había sido mi maestro de matemáticas y conocía de mi experiencia en la industria púes mientras estudiaba también trabajaba en ese campo, me solicitó cubriera dicha vacante de manera temporal y sin percepción alguna pues él conocía de mis planes de continuar estudiando.
Y en efecto, como narra José M. Esteve: aún recuerdo no sólo el primer día de clase, en el que al subir cada escalón de la escalera para llegar al final del pasillo que me llevaría al aula numero 10, me temblaban las piernas y se agitaba mi respiración, no por el esfuerzo de subir, sino por esa ansiedad que te hace zumbar los oídos y sentir hormigueo en el estomago. Y ahí estoy, en el pasillo, veo al final de él a un grupo de estudiantes con los que un año atrás había jugado y bromeado, incluso, discutido con alguno de ellos. Recuerdo con mucha claridad el día anterior cuando el director me entregó el programa de “lo que debía enseñar”. ¿Y cómo le hago ingeniero?, yo nunca he dado clases. “Pero eres bueno en lo que haces allá afuera, enséñales eso pero de acuerdo al programa”. Toda la tarde me estuve preguntando ¿por dónde y cómo empiezo?, ¿qué les digo para que me pongan atención y aprendan?. Finalmente decidí que hacer unos diagramas de circuitos hidráulicos con símbolos que seguro estaba nunca habían visto me daría esa seguridad y autoridad que necesitaba para demostrarles que “yo tenía el control, porque sabía mucho”. Me acerco al grupo de alumnos al final del pasillo y saludo: “buenos días jóvenes”. “¿Qué onda gûey, porqué tan ceremonioso pa saludar?, ¿qué te trae por acá?”. “Soy su nuevo maestro de hidráulica”. Ja ja ja, ¡No inventes!, ¿Tú?. En ese momento todos mis planes del maestro que “sabía mucho” no sirvieron de nada porque ese recibimiento nunca lo consideré. Así que en lugar de mostrar mis diagramas que había preparado, los invité al taller y frente a ellos llevé a cabo la reparación de un equipo de simulación que por mucho tiempo había estado averiado, eso captó su atención, la atención que yo deseaba para mostrarles mis diagramas y decirles que para reparar equipos de ese tipo era necesario saber interpretar sus diagramas. A base de ensayo y error logré que aprendieran a interpretar y construir circuitos hidráulicos. Sin darme cuenta, practiqué la definición magisterial de Miguel de Unamuno: les hice sentir la necesidad de aprender circuitos hidráulicos, para pensar en las soluciones de equipos descompuestos y mediante estos conocimientos poder acceder a un ingreso económico como yo y que todos consideraron era un excelente sueldo en ese momento. A base de ensayo y error, experimentando cosas nuevas y rompiendo esquemas hasta en el lenguaje con que me dirijo a mis alumnos, me he formado como docente. Ese ha sido y creo que será el mejor grupo de alumnos que tendré en mi vida como maestro, porque, como cita Ma. Carmen Díez, en esa aula 10 y en el taller no solo compartimos el tiempo, el espacio y el afecto mutuo, sino que surgieron entre ellos y yo lazos afectivos que aún prevalecen. Ahí aprendí y descubrí que puedo ser un buen interlocutor con mis grupos, porque fácilmente puedo establecer canales de comunicación con ellos y con esto, según Esteve, ya eliminé una de las dificultades a que nos enfrentamos para ser maestros de humanidad aunque como cada grupo es único, esto significa que debo permanentemente “pensar y sentir” nuevas formas de comunicarme con ellos.
A pesar de que me considero un buen interlocutor, el reto de divertirnos en grupo cuando explico algún tema, no lo he superado del todo a pesar de que no soy el maestro que guarda su cuaderno de hojas amarillentas que contienen los apuntes de hace 10 años y de que me auxilio de apoyos como presentaciones en PP, consultas en páginas de internet, etc. Porque reconozco que no todos los días, antes de explicar un tema, me he preguntado qué sentido tiene que me pare frente a mis chicos y les hable de ello, qué les voy a aportar, para qué les va a servir, mucho menos cómo enganchar lo que ellos saben con lo que yo quiero que aprendan. La implementación de la reforma me sorprendió siendo directivo y sin estar frente a grupo. Ahora, enfrento la mayor de mis dificultades como docente frente a grupo: ponerme al corriente con las nuevas formas de trabajo en el aula que mis compañeros maestros vienen experimentando desde hace 4 años y a las cuales los alumnos ya están más o menos acostumbrados. Me inquieta ser la pieza que no encaja en este rompecabezas tan complejo.
Después de un semestre, me hicieron la propuesta de contratarme para laborar oficialmente en el plantel, haciéndome ver las virtudes que ofrece esta profesión: trabajas con personas a las cuales puedes ayudar en su formación, existen tres periodos vacacionales al año, laboras en horarios flexibles de lunes a viernes y eso te permitirá continuar estudiando, entre otras.
Reconozco que no había considerado dedicarme a la docencia y que fueron las circunstancias del momento, así como la satisfacción que me brindaron las primeras experiencias de compartir con mis alumnos esos conocimientos adquiridos en el sector laboral lo que me llevó a renunciar a mi empleo en la iniciativa privada e incorporarme de tiempo completo a la docencia.
Y ahí estaba ahora, contratado oficialmente para ser docente en un plantel de EMS después de haber renunciado a trabajar en el sector industrial, entre máquinas que funcionaban gracias a la combinación de la electricidad, mecánica, electrónica y la hidráulica... y también a mi trabajo y el de otros que nos encargábamos de darles mantenimiento o repararlas cuando se dañaban. ¡De técnico mecánico industrial a maestro!, ¡Que giro! Yo sabía como arreglar máquinas para que hicieran su trabajo pero no sabía como organizar a un grupo de chavos, casi de mi edad, para que hicieran el suyo: aprender. Encontrar mi identidad en la nueva profesión que había elegido no fue fácil, pero sin saber que estaba en búsqueda de ella, partí de algo que me pareció básico: yo no sería como aquellos de mis maestros que recordaba con desagrado y buscaría, por el contrario, la forma de ser como aquellos que, al recordarlos, hacían sentir en mi una inmensa gratitud hacia ellos. Con ello, me siento afortunado porque mi gran y mejor maestra Refugio, quien me enseñara el mundo a través del entendimiento de las letras a mis 8 años de edad siempre decía: “yo vengo con mucho gusto hasta este rincón, lejos de la civilización y de mi hogar para enseñarles a ustedes que pueden tener una mejor vida, y lo hago, porque me gusta trabajar para ustedes”. Ella me enseño con amor, con paciencia y dedicación y sin saberlo, sembró en mí las bases para encontrar mi identidad como docente porque en esos valores descansa mi trabajo actual por lo que estoy convencido de esta frase que leí no recuerdo donde: “la educación no debe ser concebida, sino como un acto de amor y buena voluntad hacia nuestros semejantes”. Me propuse y me fue fácil evitar ser como mi maestro de historia en la preparatoria, el que un día no me permitió presentar un examen porque llegue tarde al quedarme dormido ya que yo trabajaba hasta las 2 de la madrugada como mesero para estudiar, el mismo que conocía mi situación y que me contestó : “si trabajas o no, ese no es mi problema así que a ver como le haces porque tu calificación será NP” Considero que podemos encontrarle sentido a nuestra labor, trabajar al servicio de nuestros alumnos y disfrutar de ello cada día si omitimos cometer los errores y buscamos superar los aciertos de nuestros maestros anteriores. Una vez que logremos lo anterior, al trabajar con amor, paciencia y dedicación, nuestros chicos lo percibirán y responderán en consecuencia, eliminando con ello la indisciplina, otro de los obstáculos serios a vencer según Esteve; porque las actitudes se contagian
Y en efecto, el horario de labores en mi trabajo me permitió que en Junio de 1996 concluyera mis estudios de Lic. En Contaduría, con lo que vino un cambio en las asignaturas a impartir, siendo éstas ahora las del área económico-administrativa.
Desde 1989 y durante todo este tiempo, sólo he tomado cursos cortos en lo que a conocimientos pedagógicos y didácticos se refiere, pues consideraba más importante actualizarme en mis conocimientos técnicos pues son los que “debo transmitir”. Por eso, en 1999 inicié estudios de maestría en administración, mismos que concluí en 2001. Sin embargo, con los cambios en las formas de trabajo en el aula y las dificultades a que me he enfrentado para que mis alumnos estudien motivados y adquieran los conocimientos requeridos, planear y evaluar objetivamente mis actividades de trabajo, lograr que mis alumnos adquieran conocimientos, habilidades, destrezas y valores, entre otras, estoy convencido que tan importante es dominar el contenido específico de las asignaturas que imparto como las estrategias que me permitan lograr en los estudiantes un aprendizaje para la vida. Por esta razón, haré mi mejor esfuerzo para subsanar esa debilidad que como docente poseo.
Con el paso del tiempo, estoy convencido que dedicarme a la docencia es lo mejor que me ha podido suceder porque la educación es uno de los pilares más importantes para el desarrollo económico, tecnológico, humano y social de los pueblos, ya que a través de ella pueden resolverse los problemas más graves que los aquejan como el hambre, las enfermedades, la injusticia, entre otros. Poder contribuir en la formación académica y humana de todos esos jóvenes que en algún tiempo estuvieron frente a mí, ávidos de aprender o con la necesidad de ser escuchados como personas y haberles sido útil, es algo que solo pude lograr en esta actividad tan extraordinaria.
Trabajar como docente y directivo en el mismo subsistema de Ciencias del Mar del cual soy egresado, ha llenado de múltiples satisfacciones mi vida, por ejemplo: he tenido la oportunidad de ver a muchos de mis ex alumnos realizados como personas triunfadoras y recibir una visita, una carta, un e-mail o una llamada para decirme “muchas gracias maestro, por todo lo que hizo por mi”, de igual manera, muchos padres de familia me honran con su amistad “por todo lo que hizo por mi hijo(a)”. Ser docente también me ha permitido ser un mejor padre, un mejor hermano, un mejor hijo y un mejor amigo; porque eso se logra gracias al contacto con las personas, con su calidez, con sus problemas, con sus opiniones y consejos; las máquinas no brindan eso. Casi todo lo que tengo y lo que soy, se lo debo a esta noble profesión; me llena de orgullo contestarles “soy docente”, a quienes me preguntan ¿a qué te dedicas?
Indudablemente, como en cualquier actividad a la que se dedica el hombre, existen momentos, motivos o circunstancias que pueden causar tiempos de desequilibrio o insatisfacción al individuo. En lo personal, puedo decir que una de las circunstancias que me ha molestado y me sigue molestando es la política de la educación pública que establece un calendario con sólo 200 días de clases al año, de los cuales hay que descontar no sé cuantos por todos los motivos que se nos ocurran para suspender clases y hacer mega puentes, ¿y el porcentaje del PIB que nuestro congreso decide destinar a la educación? Basta con revisar un poco los resultados de las evaluaciones que en materia educativa hace la OCD a sus países miembros para que podamos darnos cuenta de la posición que ocupa México; pero ¿cómo mejorar el nivel educativo de nuestro país con tan pocos días y horas reales de clase en el aula y con las limitaciones de presupuesto para materiales didácticos, bibliográficos, equipamiento y capacitación, entre otras que todos conocemos? Esa es una de las circunstancias que más insatisfacciones me ha causado. Otra más, y que vivo constantemente, es la impotencia de no poder hacer nada ante el grave problema de la deserción que vivimos en la educación del NMS. Cuando un joven o señorita de 15, 16 o 17 años se me acerca para decirme que dejará la escuela para buscar un empleo porque debe ayudar con los gastos de su casa me pregunto: ¿dónde está esa riqueza de nuestro país?, ¿porqué no somos capaces de transformar nuestros recursos naturales y distribuir de manera equitativa esos ingresos entre la población?, ¿porqué son unos cuantos nacionales y extranjeros los que cada vez son más ricos y el resto de los mexicanos cada vez más pobres?. Solo tengo una respuesta para mi mismo: porque en general somos un pueblo ignorante y analfabeto que en promedio leemos ½ libro al año. Por todo ello y por mucho más creo que ese estado de insatisfacción que a veces experimento, es el que, al despertar todos los días me recuerda que como maestro tengo un compromiso muy fuerte con esos jóvenes que no tiene el hábito de leer y que no encuentran motivos para hacerlo; con esos jóvenes que no les interesan las matemáticas porque no saben para que les servirán; con esos jóvenes que no quieren aprender administración o contabilidad porque la primera es muy aburrida ya que hay que leer mucho y la segunda son puros números que no entienden.
Como ya dije, uno de los caminos para que México alcance el tan ansiado y canturreado desarrollo es la educación, y nosotros, los maestros, debemos ser los pilares para impulsar una educación del nivel que el mundo globalizado exige y apremia.
Con todo mi aprecio, reciban un fuerte abrazo.
Bernardo Salgado
CD. del Carmen.
Mi aprendizaje del módulo 1
Competencias docentes para la Educación Media Superior
Mi aprendizaje del modulo uno.
Práctica docente y reforma integral del bachillerato.
1. Identidad docente.
En esta unidad aprendí a ser reflexivo de manera permanente acerca de mi práctica docente por la importancia que representa el ser educador y formador de jóvenes que se encuentran en una etapa de múltiples cambios físicos, emocionales y psicológicos; próximos a cumplir su mayoría de edad e integrarse a la sociedad como ciudadanos con derechos y obligaciones. Al mismo tiempo que comprendí la importancia de profesionalizar mi quehacer docente; es decir, aprendí que para ser docente ya no basta dominar los contenidos de una asignatura o profesión sino que debo adquirir los conocimientos y habilidades psicopedagógicos que me permitan desarrollar mi función de acuerdo a los requerimientos actuales. El área de oportunidad para trabajar en este sentido consiste en convertirme en un maestro de humanidad.
2. Tendencias y modelos educativos.
En esta unidad comprendí que la competitividad de México depende en buena medida del adecuado desarrollo de la EMS, por lo que la cobertura y la calidad de este nivel son fundamentales para dar respuesta a los desafíos que presenta la economía globalizada. Por cuanto a calidad se refiere, mi desempeño diario como docente es un elemento muy importante para alcanzar los objetivos de la RIEMS. Así mismo, conocí cuales son las competencias genéricas que debe adquirir el egresado y las competencias que como docente debo poseer y desarrollar de manera permanente no solo para alcanzar los objetivos de la RIEMS, sino para hacer frente a los retos y tendencias actuales y futuras del mundo globalizado reconociendo y aplicando las ventajas que las TIC tienen en la educación. Sin duda, el área de mejora continua en la que debo trabajar es en el desarrollo de mis competencias como docente para estar en condiciones de lograr en los estudiantes sus propias competencias.
3. Dimensiones de la práctica docente.
Tuve contacto por primera vez con distintas teorías y modelos pedagógicos y sus autores, desde la escuela tradicional hasta el constructivismo contemporáneo. También aprendí las diferentes formas en que se comunican y se relacionan los jóvenes, lo que a su vez me permitió aprender como mejorar mi comunicación y relación con ellos mediante la aplicación de instrumentos prácticos. Durante el transcurso de la especialidad debo profundizar mis conocimientos en las diferentes teorías y modelos dada su importancia y amplitud.
4. Propuesta de intervención e innovación.
Identifiqué los componentes de planeación en los proyectos educativos de investigación: proyectos tecnológicos, proyectos ciudadanos y las Web quest, reconociendo el impacto que ha tenido y tiene el uso de la TIC en la educación y las implicaciones que esto representa. El área de oportunidad para mejorar en esta unidad es el diseño de páginas web quest.
Mis fortalezas y debilidades.
Reconocer mis fortalezas y debilidades como docente me ha permitido compartir aquellas con mis colegas y enfocar mis esfuerzos para mejorar éstas. En este momento, por las circunstancias actuales, el nuevo contexto de la EMS y mi pasado inmediato como director de plantel que me mantuvo fuera de la actividad docente frente a grupo y de actualización profesional por 4 años, mis principales fortalezas se ubican en el manejo de grupo y ética profesional por lo que deberé establecer como plan de mejora continua los aspectos de planeación y evaluación en el marco de la RIEMS, así como actualizarme en los contenidos de las materias que impartiré.
Mi aprendizaje del modulo uno.
Práctica docente y reforma integral del bachillerato.
1. Identidad docente.
En esta unidad aprendí a ser reflexivo de manera permanente acerca de mi práctica docente por la importancia que representa el ser educador y formador de jóvenes que se encuentran en una etapa de múltiples cambios físicos, emocionales y psicológicos; próximos a cumplir su mayoría de edad e integrarse a la sociedad como ciudadanos con derechos y obligaciones. Al mismo tiempo que comprendí la importancia de profesionalizar mi quehacer docente; es decir, aprendí que para ser docente ya no basta dominar los contenidos de una asignatura o profesión sino que debo adquirir los conocimientos y habilidades psicopedagógicos que me permitan desarrollar mi función de acuerdo a los requerimientos actuales. El área de oportunidad para trabajar en este sentido consiste en convertirme en un maestro de humanidad.
2. Tendencias y modelos educativos.
En esta unidad comprendí que la competitividad de México depende en buena medida del adecuado desarrollo de la EMS, por lo que la cobertura y la calidad de este nivel son fundamentales para dar respuesta a los desafíos que presenta la economía globalizada. Por cuanto a calidad se refiere, mi desempeño diario como docente es un elemento muy importante para alcanzar los objetivos de la RIEMS. Así mismo, conocí cuales son las competencias genéricas que debe adquirir el egresado y las competencias que como docente debo poseer y desarrollar de manera permanente no solo para alcanzar los objetivos de la RIEMS, sino para hacer frente a los retos y tendencias actuales y futuras del mundo globalizado reconociendo y aplicando las ventajas que las TIC tienen en la educación. Sin duda, el área de mejora continua en la que debo trabajar es en el desarrollo de mis competencias como docente para estar en condiciones de lograr en los estudiantes sus propias competencias.
3. Dimensiones de la práctica docente.
Tuve contacto por primera vez con distintas teorías y modelos pedagógicos y sus autores, desde la escuela tradicional hasta el constructivismo contemporáneo. También aprendí las diferentes formas en que se comunican y se relacionan los jóvenes, lo que a su vez me permitió aprender como mejorar mi comunicación y relación con ellos mediante la aplicación de instrumentos prácticos. Durante el transcurso de la especialidad debo profundizar mis conocimientos en las diferentes teorías y modelos dada su importancia y amplitud.
4. Propuesta de intervención e innovación.
Identifiqué los componentes de planeación en los proyectos educativos de investigación: proyectos tecnológicos, proyectos ciudadanos y las Web quest, reconociendo el impacto que ha tenido y tiene el uso de la TIC en la educación y las implicaciones que esto representa. El área de oportunidad para mejorar en esta unidad es el diseño de páginas web quest.
Mis fortalezas y debilidades.
Reconocer mis fortalezas y debilidades como docente me ha permitido compartir aquellas con mis colegas y enfocar mis esfuerzos para mejorar éstas. En este momento, por las circunstancias actuales, el nuevo contexto de la EMS y mi pasado inmediato como director de plantel que me mantuvo fuera de la actividad docente frente a grupo y de actualización profesional por 4 años, mis principales fortalezas se ubican en el manejo de grupo y ética profesional por lo que deberé establecer como plan de mejora continua los aspectos de planeación y evaluación en el marco de la RIEMS, así como actualizarme en los contenidos de las materias que impartiré.
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